sábado, 31 de diciembre de 2011

Los 11 momentos de 2011


Acaba el año y es tiempo de hacer análisis sobre cómo han trascurrido estos 365 días en la vida de nuestro Betis. Para ello, he elegido once momentos, los once hechos que, a mi juicio, han sido los más significativos y trascendentes para el club verdiblanco.

 1.- El partido de Getafe: en la mañana de los Reyes Magos el Betis remontó el 1-2 de la ida con un partido soberbio, en el que bordó el fútbol imponiéndose por 1-3 al conjunto madrileño.
2.- Eliminatoria frente al F.C. Barcelona: tras el Getafe, el siguiente rival en Copa fue el equipo de Guardiola. El 5-0 de la ida no hizo justicia con lo ofrecido por el Betis en el Camp Nou. Los de Mel jugaron de tú a tú al mejor equipo del mundo, y lo mismo ocurrió en el Villamarín, dónde el Betis se logró un 3-1 memorable.
3.- Racha de 5 derrotas: tras la eliminatoria de Copa frente al Barça, Villarreal B, Granada, Recreativo, Elche y Valladolid doblegaron al Betis, que perdió toda la ventaja frente a Rayo y Celta, saliendo incluso de los puestos de descenso.
4.- Enfermedad de Miki Roqué: el 5 de marzo, el defensa bético, acompañado de toda la plantilla, el cuerpo técnico y el doctor Calero, anunció que padecía un tumor maligno en la pelvis que le obligaba a dejar el fútbol hasta su total recuperación, que deseamos que sea total y absoluta y que el defensa catalán siga progresando de la manera que apuntaba.
5.- Ascenso a Primera: a falta de tres jornadas para el final y cuando el equipo regresaba en AVE desde Tarragona, una derrota del Granada en Alcorcón, provocó el ascenso matemático a la Liga BBVA. El Betis acabó como campeón de Segunda, mostrando un alto nivel de juego y con un tridente atacante letal formado por Rubén Castro, Jorge Molina y Achille Emaná.
6.- Miguel Guillén elegido Presidente: en la Junta General Ordinaria y Extraordinaria del Real Betis Balompié celebrada el día 29 de junio, Miguel Guillén fue elegido nuevo Presidente del club, sustituyendo a Gordillo en el cargo.
7.- Refuerzos para la nueva temporada: Mario, Amaya, Matilla, Ustaritz, Santa Cruz, Chica, Montero, Fabricio y Tosic se convirtieron en los fichajes del Betis durante la pretemporada. La aportación de los nuevos jugadores ha sido muy pobre. Unos por su bajo rendimiento y otros por lesiones, no han demostrado un nivel que mejore a lo que ya había. Hay que decir abiertamente que la política de fichajes del club ha sido un fracaso.
8.- Líderes en la jornada 4: tras ganar al Zaragoza 4-3, el Betis sumaba su cuarta victoria de la temporada y se situaba en lo más alto de la clasificación de la Liga. El primer puesto lo mantuvo durante dos semanas.
9.- Un punto de treinta posibles: tras las cuatro victorias consecutivas, el equipo de Mel se vino abajo y sólo sumó un punto en las siguientes diez jornadas. El técnico estuvo en entredicho varias semanas, hasta que el Miguel Guillén confirmó tras la derrota en Pamplona que Mel sería entrenador del Betis hasta final de temporada.
10.- Victoria frente al Valencia: en el minuto 90 de partido frene al equipo valenciano el Betis perdía 0-1 y se disponía a sumar una nueva jornada sin ganar. Dos goles de Rubén Castro en el descuento llevaron la locura al Villamarín y el Betis, por fin, rompía su mala racha, afianzando su mejoría tras ganar a domicilio al Atlético de Madrid.
11.- Eliminación copera frente al Córdoba: el Betis ha terminado 2011 siendo eliminado por un equipo de Segunda. Puede que a la larga la eliminación copera sea positiva dada la poca profundidad de la platilla bética, pero caer ante un rival inferior siempre es un fracaso.
Estos han sido los puntos claves del año. Desde aquí, les deseo un feliz 2012. Que se cumplan todos nuestros sueños y que veamos al Betis alcanzar sus objetivos.
Salud y Betis para todos.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Insuficiente victoria; insuficiente Copa

Real Betis Balompié 2 (Jorge Molina los dos) – Córdoba C.F. 1 (Borja)




El Betis no pudo culminar la remontada frente al Córdoba y se despide a las primeras de cambio de la competición del K.O. Sí la temporada pasada fue el conjunto bético el que eliminó a dos equipos de Primera, en esta edición copera ha sufrido la misma medicina que tan bien aplicó a Zaragoza y Getafe.

El Córdoba salió muy enchufado al partido, pareciendo que eran ellos los que necesitaban remontar. La presión del equipo de Paco Jémez la acusaron los de Mel, que eran incapaces de controlar el ritmo de juego y crear peligro. El Betis no estaba metido en el partido y fruto de esa desconexión llegó el gol cordobesista que ponía muy cuesta arriba la eliminatoria. Para colmo de males, antes del descanso, Mel se vio obligado a realizar dos cambios por las lesiones de Amaya y Fabricio. Poco después de la media hora de juego, Molina hizo el empate para los de Heliópolis. Quedaba una hora de partido para lograr dos goles. Todo pareció ponerse de cara cuando pasados nueve minutos de la segunda mitad, nuevamente Molina, establecía el 2-1. La remontada estaba cerca, muy cerca, pero el Betis apenas creó peligro hasta el final del partido. La entrada de Santa Cruz no supuso revulsivo alguno y el equipo de Mel se fue diluyendo poco a poco para caer eliminado por el Córdoba.

Ahora no es momento de poner paños calientes, ni de lamentar el mal partido de la ida. Ahora toca descansar para volver al trabajo con más ganas y afrontar la más de media Liga que aún queda por disputar y en la que el Betis, necesariamente, tendrá que lograr la salvación. La Copa ya pertenece al pasado, aunque no podemos obviar el fracaso que supone caer con un rival de Segunda División.

 
LO MEJOR: a pesar de no culminar la remontada, me quedo con la buena imagen de Alex Martínez, la polivalencia de Cañas, los goles de Molina y el alma de Iriney.
LO PEOR: que te elimine un equipo de una división inferior.

martes, 20 de diciembre de 2011

Lo que diga…don José María

Definitivamente el “hola, hola, hola don Manué” cambió de acera. Esto es lo que leí  ayer en el estado de un amigo en su muro de Facebook. Más razón que un santo. Ajo y agua para quién tanto se mofó del bético que alababa ciegamente a Lopera.

Y es que el ser humano no para de sorprenderme. Más bien, no para de causarme sorpresa su falta o pérdida de memoria. Hubo un tiempo en el que el aficionado bético, la amplia mayoría, idolatraba a Ruiz de Lopera. Los hinchas del club de Nervión se reían y hacían chistes por nuestro incondicional apoyo al dirigente de la calle Jabugo. Así nos fue. El tiempo nos ha hecho ver que, aquella postura que tanto criticaban desde la otra acera, era un error. El entonces admirado Lopera saqueaba a su antojo el club verdiblanco, o eso es lo que la Justicia está intentando demostrar. Resulta paradójico que, ahora que un  Juzgado condena a siete años y medio al presidente del Sevilla, sus aficionados, o por lo menos una gran cantidad de ellos, apoyen incondicionalmente a Del Nido. Uno se queda boquiabierto con las cosas que escriben en distintas webs los defensores del condenado. Lo que se hubiera dicho de la afición del Betis si ésta fuera la que adoptara esta equivocada postura. 

Creer en la inocencia del todavía presidente sevillista se me antoja complicado, por mucha presunción de inocencia que recoja la Constitución Española. Pensar que el abogado de Gil, Julián Muñoz y del Ayuntamiento de Marbella, la población mas corrupta y mafiosa de España,  era ajeno a lo que allí se cocía, es de una ingenuidad que roza lo sobrenatural. La sorpresa e incredulidad es mayúscula, aunque ya se atisbó algo en la Final de Copa de 2010, cuando todos los borregos (así nos llamaban ellos a los que defendíamos a Lopera) fueron con el sombrero a dicho partido, porque su presidente se lo había puesto en distintos partidos coperos.

Donde la dan las toman y, ahora, toca que el bético disfrute con el aborregamiento de sus vecinos, o por lo menos, de los que no son capaces de discernir entre el amor a unos colores y el valor de las personas que dirigen el club. A nosotros nos pasó y ellos disfrutaron de ese error. Ahora que cada palo aguante su vela, porque, definitivamente, el “hola, hola, hola don Manué” cambió de acera.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Sólido y eficaz


Atlético de Madrid 0 – Real Betis Balompié 2 (Pozuelo y Santa Cruz)

El Betis se llevó los tres puntos que se pusieron en juego sobre el césped del Calderón con un partido muy serio, defendiendo mejor que en otras ocasiones y aprovechando las oportunidades de gol que tuvo.

Si a los cinco minutos de empezar dice alguien que el partido acabaría 0-2 le tomaríamos por loco, ya que el equipo colchonero salió muy activo y dispuso de dos claras ocasiones del colombiano Falcao. La primera mitad siguió con la misma dinámica: los locales controlaban la posesión del balón pero, a diferencia de los primero minutos, no dispuso de más ocasiones claras para marcar. Sólo al final una volea de Arda Turan fue perfectamente desviada por Casto. El Betis se limitó a verlas venir, mostrando una actitud conservadora e intentando salir al contragolpe. Fue así cuando, ya en el segundo periodo, Pozuelo se plantó en el área atlética  y, aprovechándose del resbalón de Domínguez, superó por arriba al portero colchonero.  El canterano se estrenaba como goleador y, poco después, se convirtió en doble protagonista al ser expulsado injustamente por unas supuestas manos. Con uno menos conservar la victoria se antojaba complicado. De nuevo Casto se lució con una magnífica parada tras un remate de cabeza de Adrián y el Betis buscaba más contragolpes para intentar sentenciar le partido. El Atlético siguió acosando a la zaga bética pero con más ganas que fuerzas e ideas. Ya en el descuento, la presión incansable e incombustible de Iriney hizo que el brasileño robara el balón para servírselo en bandeja a Santa Cruz. El paraguayo reventó el larguero de la portería atlética y, tras el rebote del travesaño, se aprovechó del fallido despeje de Juanfran para fusilar a Courtois y establecer el definitivo resultado.

Hoy el Betis ha conseguido una victoria con el mismo estilo que sus rivales la consiguieron frente al equipo de Mel. No le hizo falta a los béticos controlar el juego ni realizar un fútbol vistoso y creativo. Le bastó con estar ordenado y ser eficaz d cara a gol. Con esta victoria el equipo respira un poco más y se marcha de vacaciones con menos urgencias que las que había hace un par de semanas. Eso sí, antes deberá remontar ante el Córdoba. El miércoles se verá.
LO MEJOR: la victoria y las paradas de Casto.
LO PEOR: los cinco primeros minutos, que pudieron costarle muy caro a los de Mel.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El partido de Córdoba y unas lágrimas

Intentar dar una opinión sobre un partido que no vi ni escuché y cuyo postrero y nefasto desenlace me llegó por SMS es, sin género de dudas, una frivolidad y una pérdida de tiempo. Sinceramente, las crónicas de los distintos medios, me las creo a medias. Lo que si me creo al pie de la letra es lo que me han contado mi padre y mi hermano del partido. Y la verdad, mejor que no me hubieran dicho nada.

Perder contra un rival de una categoría inferior siempre es un fracaso. Cierto es que ocurre con mucha frecuencia. Sin ir más lejos, hace menos de un año, el Betis le dio un repaso de mírame y no me toques al mismísimo Barcelona de Messi, Xavi, Iniesta y compañía. La diferencia de que el fracaso sea más o menos asumible es la manera de perder. Si tú lo das todo y el otro equipo te gana solo queda felicitarlo. Si por el contrario la imagen que ofreces es lastimosa, jugando de manera apática y desaprovechando la oportunidad que te da el entrenador para demostrar que puede contar con los jugadores menos habituales, la única reacción posible es un broncazo en toda regla, cantándole las cuarenta a los jugadores y haciéndoles ver que ese camino no es el correcto. Hasta aquí el partido de Copa. Ahora explicaré lo de las lágrimas.

El sábado pasado en el Villamarín volví a llorar. Esta vez lo hice de emoción. La anterior fue tras el descenso frente al Valladolid, y no por el hecho de bajar a Segunda, sino por comprender que me habían quitado la ilusión por el Betis. El caso es que se acercaba el final del partido frente al Valencia y el equipo de Mel iba a caer, nuevamente, de manera injusta. Para colmo de males la noche se cerró en agua, lo que hacía todo más duro. Pero entonces llegó el gol del empate y, cuando menos se lo esperaba la gente, la remontada in extremis con el segundo de Rubén Castro. Después de gritar como un loco y abrazarme con medio Gol Norte, el Villamarín estalló en un Betis, Betis, Betis desgarrador. Cuando me quise dar cuenta, no era el agua lo que mojaba mi cara. Estaba llorando. Llorando de alegría y también de rabia por todo lo sufrido.

Cuando mi hija Alba me pregunte dentro de unos años que por qué soy del Betis, le pondré el video del partido del Valencia, le explicaré la situación que vivía el equipo y le contaré que sólo tres días después de este partido, el Betis perdió con un equipo de Segunda División. En tan pocos días se puede resumir toda la historia del club, que está llena de sufrimiento, derrotas, victorias, momentos épicos e increíbles y decepciones y emociones que te hacen llorar. Y así tendrá que querelo.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Una victoria de justicia

Real Betis Balompié 2 (Rubén Castro los dos) – Valencia C. F. 1 (Dorado en propia puerta)

Dicen que la justicia e lenta pero que avanza. Anoche en el Villamarín el partido se moría y los béticos que no abandonamos el estadio con el marcador en contra para ver el partido de las diez, los fieles que aguantamos el chaparrón y el sabor de la injusticia y la impotencia, nosotros tuvimos un justo premio cuando nadie lo esperaba.
El Betis dominó el partido prácticamente en su totalidad. El Valencia buscó siempre los contragolpes para intentar ganar el encuentro, pero se encontró con un rival que, herido de muerte, supo presionar y trabajar con las ganas del más sano de todos. Santa Cruz dispuso de una ocasión clarísima para adelantar a los verdiblancos, pero al paraguayo se le hace minúscula la portería cada vez que dispone de una oportunidad. El Valencia seguía empeñado en su juego de aguantar y salir rápido pero no hacía daño alguno. Es inexplicable que este equipo sea el tercero de la Liga.
El Betis se creció aún más en la segunda mitad y fue a por el partido sin complejos. Rubén Castro prefirió la jugada individual a un pase claro a Pereira y, poco después, llegó el gol del Valencia que hacía prever en una nueva derrota bética. Mathieu se internó en el área bética y su pase lo desvió Dorado al fondo de la red. Todo se volvía en contra del Betis. Estaba jugando mejor ante un rival complicado que sin embargo no ofreció nada, pero perdía.
Mel realizó cambios para intentar la reacción pero fue entonces cuando el Valencia se encontró más cómodo. Con el marcador a favor y el Betis acusando el mazazo, el equipo de Emery controló mejor el partido y se puso a tocar y tocar mientras el Betis corría bajo la lluvia. Quizá ese control y pecar de falta de ambición fue lo que le hizo al Valencia perder el partido. Eso y que la justicia aparece cuando menos te lo esperas. Cuatro minutos alargó el partido el nefasto Pérez Lasa. En el primero de esos cuatro, una internada de Juanma por la derecha acabó con un pase que Rubén Castro cabeceó a gol. Mal menor pensamos muchos. Por lo menos un empate decían otros. Y en esas otro pase de Juanma puso a Rubén Castro frente a Diego Alves y el canario no falló.
El descuento de un partido que mereció ganar el Betis mucho antes llevó el éxtasis y la locura al Villamarín. La justicia llegó tarde pero llegó. Bien que nos alegramos todos, porque una victoria como esta se saborea de una manera espectacular.
LO MEJOR: la victoria, la entrega, la imagen de equipo comprometido y la locura del descuento.
LO PEOR: que se fallan muchas ocasiones de gol.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Dorado, Casto y la mala suerte


C. A. Osasuna 2 (Flaño y Nekouman) – Real Betis Balompié 1 (Rubén Castro)

Cuando el partido agonizaba y el Betis se lamentaba de todas las ocasiones falladas que le han impedido sumar los tres puntos en un partido que ha merecido ganar llegó la jugada clave del encuentro. Dorado realizó una falta innecesaria al borde del área que el iraní Nekouman se encargó de mandar al fondo de la portería tras una mala actuación de Casto que, yendo el balón a su palo, no fue capaz de despejarlo o atajarlo.

Antes de este último minuto negro para el Betis, habían ocurrido muchas cosas para analizar que se podrían resumir en dos. La primera es que el cambio de sistema con una defensa de cinco y renunciando al control del balón y al fútbol de toque no sirvió para nada. Es más, esa supuesta seguridad defensiva quedó en entredicho en el saque de esquina que dio lugar al primer gol navarro. La defensa hizo aguas y Flaño, solo en el segundo palo, logró cabecear a la red el centro desde el córner. Lo único destacable del equipo de Mel en los primeros cuarenta y cinco minutos fue una falta lanzada por Salva Sevilla que se estrelló en el poste de la portería osasunista. Un equipo que necesita ganar no puede ofrecer tan poco porque lograr la victoria así es complicadísimo. La segunda de las cosas que resumen este partido es el cambio de juego e imagen que ofreció el Betis en la segunda mitad. El equipo verdiblanco fue a por todas y controló de principio a fin el segundo periodo. Quedaba expuesto a los contraataque de Osasuna pero la defensa solventó bien las intentonas navarras. Las ocasiones se sucedían a favor del Betis. La falta de puntería, el larguero y el portero rival privaron al Betis de conseguir el gol antes. Llegó el tanto bético a falta de diez minutos para el final y la esperanza de una remontada se palpaba. Tuvo Rubén el segundo con un cabezazo al larguero y entonces llegó la jugada que dio origen al segundo gol rojillo y que dejan al Betis roto y hundido, aun sin estar en descenso.

Ahora queda por ver si Mel continua al frente del Betis tras esta nueva derrota. Cesar al entrenador es lo que dice la lógica y los números. Lo que si está claro es que el Betis necesita un cambio de dinámica porque, a los fallos del entrenador y de los jugadores, hay que sumarles una crueldad y una mala fortuna increíble en los dos últimos encuentros.

LO MEJOR: la segunda mitad del equipo.
LO PEOR: que el cambio de estilo no sirvió para nada y que la negativa racha no llega a su fin. 

jueves, 1 de diciembre de 2011

El encierro de Pepe Mel


Mel se enfrenta el domingo en Pamplona a un particular encierro que dictaminará si su futuro inmediato está en el banquillo del Betis o lejos de él. Ante Osasuna el técnico madrileño se la juego, una vez más.
 
Muchos aficionados creen que Mel debió ser destituido tras perder contra la Real. Yo estoy confuso. Por una parte comprendo que la racha de resultados y juego es inaguantable y que ni Pepe Mel ni otro entrenador de más prestigio la soportaría. Por otro lado sigo pensando que el actual técnico del Betis está capacitado para revertir la situación, aunque cada vez le queda menos crédito y confianza. Las sensaciones del equipo son pésimas y el futuro no es muy esperanzador, con un calendario que alterna equipos complicados en Liga (Osasuna en Pamplona, Valencia y Atlético de Madrid) y la eliminatoria de Copa frente al Córdoba.
La reacción bética pasa por ganar en Pamplona para afrontar las otras citas con la dinámica perdedora cambiada y con la recuperación de la moral y la autoestima. Es evidente que el equipo necesita un cambio drástico en su estilo de juego. La entrada de Mario en defensa y la apuesta por jugadores de banda parece que serán las principales novedades del cambio en la formación bética. La frase aquella de “hombres en lugar de nombres” viene como anillo al dedo. El Betis necesita a jugadores que salgan al terreno de juego con la sangre hirviendo y con la mentalidad de que el partido frente a Osasuna es el más importante de sus vidas.
El equipo y Mel saben que el domingo se enfrentan a un encierro de San Fermín. El equipo rival embestirá con fuerza y tratará de que el encierro sea satisfactorio para ellos. Por el contrario, el Betis tratará de hacer una carrera limpia y llegar al final del recorrido sin heridas, o por lo menos con las que ya tenía antes y que empezarán a curarse si se vienen con tres puntos de Pamplona, pero no de sutura.