viernes, 24 de enero de 2014

¿Qué todavía hay optimistas? Imposible

R. C. Celta de Vigo 4 (2 de Orellana, Charles y Nolito) – Real Betis Balompié 2 (2 de Rubén Castro)

Si a estas alturas de Liga hay alguna persona que crea que el Betis puede salvarse, debe ir con urgencia al médico porque, lo más seguro, es que padezca una severa pérdida de cordura y sensatez. En esta ocasión fue el Celta, el próximo fin de semana será el Espanyol y así sucesivamente.

El Betis es como el pepino: se repite. Ni tan siquiera el hecho de ponerse por delante en el marcador serenó, templó y le dio seguridad al equipo. Ni mucho menos. En cuanto el conjunto vigués zarandeó el débil árbol verdiblanco, la fruta podrida comenzó a caer. Se repitió lo de tantos y tantos partidos: errores groseros e intolerables de una defensa que es un chiste malo. A este paso, le darán a la retaguardia bética el premio nobel de cooperación internacional. Tres intentonas del Celta, tres goles. De nada sirvió el dominio bético durante la primera media hora del segundo tiempo. Los de Luis Enrique aguardaban bien agazapados a la espera de que su rival volviera a meter la pata. Cosa que, naturalmente, hizo, permitiendo que Nolito pusiera el 4-1 en el marcador. Después llegó el gol maquillador de Rubén Castro, para que la derrota no fuera tan abultada aunque, igualmente bochornosa.

Tras veintiún partidos de Liga disputados, poco más se puede decir de un equipo que se arrastra allá donde va. Que es incapaz de competir con dignidad y que se va de cabeza a la Segunda División batiendo records negativos. Que penita.

LO MEJOR: que queda una jornada menos para que acabe esta pesadilla.
LO PEOR: la infinita fragilidad de este simulacro de equipo.

miércoles, 22 de enero de 2014

Caos, milagros y futuro

El Betis lleva años sumido en una situación institucional caótica. Lo que está ocurriendo en la actualidad no solamente es fruto de una mala planificación deportiva. Es mucho más que eso.

No nos engañemos: la situación deportiva de los tres años de Mel han sido milagrosa. Qué un club con la inestabilidad institucional que lleva sufriendo el Betis por culpa de Lopera, haya tenido un rendimiento positivo en lo deportivo, es inusual. El mérito de ello le pertenece a Mel, que supo sacarle mucha partida a lo que le trajeron y a los propios jugadores que se involucraron en el trabajo del técnico madrileño. Obviamente, Stosic también parte de culpa con el acierto en algunos fichajes. ¿Y qué ha pasado para que todo se torciera esta temporada? Particularmente, creo que la principal causa del desastre deportivo del Betis es que hay poco jugo que sacarle a los futbolistas nuevos. Dicho de otra manera: la plantilla se ha devaluado con respecto a la anterior. Y para colmo, el cambio de entrenador no ha servido de revulsivo.

Como consecuencia de la nefasta trayectoria en la Liga del equipo verdiblanco, el chiringuito se le ha venido abajo a la Directiva. Mel era el paragolpes de los directivos y, al no estar él, los golpes que antes se esquivaban les empezaron a dar de lleno. Cayó Stosic, luego el Consejo de Administración reprobó a Bosch y por último, también se le abrió la puerta de salida a Garrido. Un caos que dará, salvo milagro inesperado, con los huesos del Betis en el suelo de la Segunda División. Ese es el futuro del club de Heliópolis.  

Pero como hasta que haya alguna remota posibilidad de salvarse, el Betis debe agarrarse a ella, se ha apostado por la contratación de Gabriel Humberto Calderón. El técnico argentino tiene ante sí la oportunidad de su vida.  Supongo que será consciente de que, lo más lógico, es que no consiga obrar el milagro de la permanencia, pero confío ciegamente en que va a transmitirle a los futbolistas que es posible. A ese clavo ardiendo tenemos que agarrarnos los béticos. Dieciocho finales quedan por disputar. Habrá que ganar, al menos, la mitad de ellas. Como ya hay poco que perder, a luchar con todas las fuerzas para que el milagro se haga realidad.

Y si no se consigue la salvación, a buen seguro que estos meses de trabajo, le servirán a Calderón para sentar las bases del proyecto que deberá hacer regresar al Betis al lugar que le corresponde. Por lo menos, el argentino sabe qué significa ser bético y toda la responsabilidad que eso conlleva.


sábado, 18 de enero de 2014

Camino de la morgue

Real Betis Balompié 0 – Real Madrid 5 (Cristiano, Bale, Benzema, Di María y Morata)
 
El Betis necesita un milagro. Mejor dicho: necesita diez milagros en los dieciocho partidos que faltan para que termine la Liga. Frente al Real Madrid era lógico perder, pero es que el problema es que, independientemente del rival, la lógica que impera en el Betis es la de la derrota.
 
El equipo de Ancelotti dominó sin problemas el partido de principio a fin. Se aprovechó de un rival que es un muñeco roto, un pelele en manos de cualquier contrincante. Por mucho que Garrido diga que compite, la realidad es otra bien distinta. Y si encima se dan facilidades groseras, la goleada es inevitable. Al primer gol no se le puede objetar nada. Golazo de la cosecha inconfundible de Cristiano Ronaldo. Distinto es lo del segundo gol, donde la actuación de Andersen fue calamitosa y ridícula. La falta de Bale era parable, muy parable. Menos de media hora y 0-2. Con muchos espacios y con la nula presión y oposición de los verdiblancos, Modric se gustó y realizó un partidazo. El croata se marcó una jugada espectacular que terminó en un pase a Benzema, que hizo el tercero del Madrid. La segunda parte se jugó porque así lo dicta el reglamento, pero nada se pude decir del juego durante los segundos cuarenta y cinco minutos. Solo reseñar otro golazo de conjunto blanco a cargo de Di María y el quinto y definitivo gol de Morata.
 
Es evidente que con Garrido va a resultar imposible obrar el milagro de la salvación que, de producirse, se convertirá en el más inaudito de todos los milagros llevados a cabo por los equipos que tenían el descenso asegurado y lograron evitarlo. Si no quieren perder dinero, no apuesten por la salvación del Betis.
 
LO MEJOR: la entrega de Baptistao y Reyes.
LO PEOR: lo de siempre: todo.

miércoles, 15 de enero de 2014

Y encima dice que compitió


Athletic Club de Bilbao 2 (los dos de Mikel Rico) – Real Betis Balompié 0

El Athletic remontó el gol de ventaja que traía el Betis del partido de ida y deja al club verdiblanco fuera de la Copa. El equipo de Garrido suma una nueva derrota en esta horrible temporada.

El partido tiene poco que analizar. Los de Valverde no estuvieron muy finos y precisos, pero les bastó con esperar a que la frágil defensa bética le concediera la oportunidad de marcar. Lo hizo Mikel Rico al aprovechar la desidia a la hora de hacer los marcajes de la retaguardia verdiblanca. El ex del Granada se desmarcó con suma facilidad e Iraola le envió un balón perfecto para que su compañero definiera con calidad. La eliminatoria estaba empatada antes del descanso. Se esperaba la reacción del Betis. Hubiera sido lo lógico, pero en este club, la coherencia y la cordura es lo que menos impera en la actualidad. El equipo andaluz se mostró incapaz e inoperante, sin crear peligro y sin tirar a portería hasta muy tarde. Lo hizo cuando el marcador ya reflejaba el 2-0 definitivo, que llegó tras un mal despeje de Caro. El erróneo rechace le llegó a Mikel Rico para que éste chutara desde la frontal y lograr el segundo de su equipo. De esta manera tan simple y breve se puede resumir el partido de vuelta de esta eliminatoria copera.  Y encima sale Garrido diciendo que el equipo compitió. Hay que tener la cara como el cemento de dura.

Espero que la destitución del entrenador valenciano sea inmediata. Día que pase, día que pierde el Betis. Si como el mismo reconoce, no aporta nada al equipo, y encima se quería lucrar con comisiones de los fichajes, ¿qué hace todavía en Sevilla?

LO MEJOR: que tenemos una competición menos para sufrir.
LO PEOR: el olor incompetencia que desprende el Betis por los cuatro costados.

domingo, 12 de enero de 2014

La Segunda ya es un hecho

Real Betis Balompié 1 (Jorge Molina) – C. A. Osasuna 2 (Torres y Figueras en propia puerta)

Media liga ha tardado el Betis en dejar certificado el descenso a Segunda División. Sumar 11 puntos en 19 partidos es tan ridículo como pensar en una milagrosa remontada que ni el más insensato de todos los insensatos del mundo cree que se produzca.

Todas las esperanzas depositadas en el partido frente a Osasuna como inicio de la recuperación bética se fueron al garete en un minuto. Exactamente el tiempo que tardaron los navarros en ponerse por delante. Torres le ganó la espalda con muchísima facilidad a Juanfran y batió a Andersen con sencillez. Cierto es que tras el revés osasunista a las primeras de cambio, el Betis despertó y tuvo ocasiones suficientes (todas de Baptistao) como para empatar el partido. No lo hizo y se suicidó con la expulsión evitable de Nono. Si a un equipo que adolece de la mayoría de las cualidades necesarias que debe tener para ganar un partido que vas perdiendo, le unes la inferioridad numérica, es descabellado pensar en un volteo del marcador.

Garrido tras el descanso se la jugó sacando una defensa de tres en defensa, tres en el medio y tres arriba. Baptistao volvió a tener el empate en sus botas, y sin tiempo para lamentarse de la ocasión perdida, un centro de Osasuna al área verdiblanca la mandó a gol Jordi Figueras. El circo se completó con la expulsión del portero rival tras hacerle un penalti a Rubén Castro. El canario lo lanzó y mando el balón al larguero. A diez minutos del final, Molina logró el gol bético. Los más optimistas veían la remontada como una posibilidad épica, pero jamás consiguió el Betis inquietar con seriedad la portería osasunista.

Ahora la salvación está a siete puntos. Eso es lo de menos. Da igual la distancia en puntos a la que se encuentre el puesto 17. Jugando así es imposible pensar en salvar los muebles. No fichen ahora. Reserven el dinero para montar el equipo que nos devuelva en 2015 a Primera División.

LO MEJOR: la casta de Amaya.
LO PEOR: el olor a cadáver que desprende el Betis.

jueves, 9 de enero de 2014

Que sirva para cambiar la dinámica

Betis Balompié 1 (Rubén Castro) – Athletic Club de Bilbao 0

El Betis se impuso al Athletic gracias a un solitario gol de Rubén Castro. La actitud del equipo fue distinta a la de otros partidos e incluso tuvo la suerte favorable en varias ocasiones. La victoria, al margen de la ventaja que supone para el partido de vuelta, deber servir para cargar las reservas de confianza y autoestima de cara al partido del domingo frente a Osasuna.

Comenzó el equipo vasco encerrando al Betis en su área a base de saques de esquina. Pudo llegar el gol visitante en uno de ellos, pero Andersen solventó con acierto el tiro a bocajarro de Morán y poco después, Gurpergi se encontró con la oposición de un defensa bético que despejó bajo palos el cabezazo del capitán bilbaíno. El dominio era claro por parte de los de Valverde, pero se fue diluyendo conforme discurrían los minutos. Cedrick a punto estuvo de adelantar a los de Garrido, pero al congoleño le salió desviado el disparo, hecho desde el punto de penalti y sin portero. Antes del descanso, el que acertó de pleno fue Rubén Castro. El canario cabeceó a la red un gran servicio de Juanfran para anotar el único gol del encuentro. La segunda parte comenzó con el Betis atacando. El segundo tanto bético no llegó de milagro tras una buena jugada de Cedrick. El africano la cedió atrás para que Chuli rematara, pero Balenziaga desvió el chut sobre la línea de gol. El Athletic recuperó el control del juego y gozó de hasta tres clarísimas ocasiones de gol por parte de Kike Sola pero, esta vez, la fortuna sonrió al Betis, que se lleva para Bilbao una victoria mínima pero muy importante.

Este encuentro debe servir para que la confianza y la autoestima de los jugadores verdiblancos aumenten. Pero no nos engañemos: a este equipo le hacen falta como el comer, varios refuerzos que eleven las prestaciones y hagan menos complicada la difícil remontada que tiene que producirse en la Liga para lograr la salvación.

LO MEJOR: que ante un rival superior, compitió y ganó.

LO PEOR: no es una novedad, pero sigue llamando la atención el bajo nivel de Verdú.

sábado, 4 de enero de 2014

Insufrible empate a nada

R C. D. Valladolid 0 – Real Betis Balompié 0

Valladolid y Betis demostraron a todo el que se atrevió a ver el partido el porqué de la clasificación de ambos. El equipo de Garrido seguirá como colista y ha desperdiciado la primera oportunidad para iniciar una remontada que se antoja cada vez más descabellada.

Y es que mientras que no lleguen fichajes que le den al Betis un plus de competitividad, va a ser muy difícil que los verdiblancos consigan ganar algún partido. Si frente al Valladolid no perdió fue porque los centrales estuvieron muy solventes y porque los delanteros pucelanos no inquietaron demasiado. En cuanto a la construcción del juego y a la creación de ocasiones de gol, más de lo mismo. La carencia de ideas y de fundamentos para poder lograr ponerse en ventaja es alarmante. Verdú, Molina, Matilla, Rubén y Salva Sevilla se arrastran por el césped y no poseen la chispa necesaria para desequilibrar. Solo lo hace Juan Carlos debido a su velocidad, pero el extremo es incapaz de tener la templanza mínima para dársela a un compañero de manera correcta. Los que pensaban que con el cambio de entrenador las cosas mejorarían, habrán comprobado que estaban equivocados. El problema del Beis no es de entrenador. El mal reside en las cualidades de los jugadores. Los pobres no dan para más.

Con estos jugadores se van a lograr los puntos necesarios para lograr la permanencia. Ya están tardando en traer a los refuerzos. El domingo frente al Osasuna disputará el Betis una nueva final. Así será imposible ganar.

LO MEJOR: que no se perdió.
LO PEOR: que no atisba mejoría alguna.